Los animales son
compañeros de viaje.
Es un privilegio compartir
todas las etapas de la vida con ellos.

Imaginar que un día ya no estarán a nuestro lado no es fácil,
duele, tan profundo que cala en el alma.
Escucharlos y acompañarlos consciente y amorosamente en esos momentos,
puede ayudarlos a ellos a hacer una transición más armoniosa
y a nosotros a mirar su partida desde una perspectiva diferente.

¿Qué es un Doula del Alma Animal?

Un Doula del Alma Animal es alguien preparado para escuchar a los animales en sus últimos momentos de vida y acompañarlos durante su transición.

Respetando las indicaciones veterinarias, la labor de un Doula se basa en el respeto y la compasión hacia el animal y sus humanos para que, más allá de la tristeza comprensible y necesaria de ese momento, puedan hacer un duelo amoroso y consciente.

Gato
¿Cómo perciben la muerte los animales?

Los animales no temen a la muerte y no necesitan prepararse para morir. Cuando llega el momento, comprenden perfectamente lo que está sucediendo. Entienden que la muerte es parte de un ciclo natural y que no es lo opuesto a la vida, sino al nacimiento.

Gato
¿Qué implica el acompañamiento de un Doula?

Utilizando la comunicación como herramienta principal, un Doula conecta con el alma del animal a fin de que estos transmitan sus necesidades, emociones y deseos en esos momentos finales. Respetar sus decisiones y seguir su guía permite que la transición sea serena y armoniosa.

Pasados 3 días de la partida del animal, es posible verificar si ha realizado el traspaso al otro plano y si desea transmitir algún mensaje a sus humanos. Después de este período, por respeto al animal, no se realizan más comunicaciones y la labor del Doula concluye.

Como Doula, mi compromiso es siempre velar por el bienestar del animal. Si en algún momento durante el acompañamiento el animal no es respetado en su sentir, mi labor como Doula se dará por finalizada.

perro

Testimonios

Buscamos a Paula cuando la enfermedad de Salvita, una de nuestras perras, empezó a avanzar rápido y ya no había cura posible. Era un proceso duro, queríamos acompañarla y lograr para ella una despedida a la altura del amor que le teníamos. A través de distintas comunicaciones Paula nos fue contando como se sentía, que necesitaba, que podíamos hacer para que estuviera más contenida. Paula fue nuestra guía en cada etapa del proceso, su intermediación nos dio mucha tranquilidad y confianza para cuidarla. Nos permitió la serenidad necesaria para despedirnos de ella y agradecerle su compañía. Cuando partió nos quedamos tristes, pero sabiendo que ella estaba bien y le habíamos podido dar el final armonioso que merecía.

Gilda Santa Fe, Argentina